¡¡Hola a TODOS!!
Primero de todo, antes de desarrollar el tema que he elegido para esta semana, quiero dar las gracias a los que me regaláis un poquito de vuestro tiempo para leerme, eso hace que mi motivación no baje y siga creciendo y os puedo asegurar que me ayuda muchísimo en mi desarrollo personal y profesional.
Así que, ¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!
.
CONCRETAR….
Para mí es una palabra importantísima que la repito a lo largo del día muchísimas veces tanto en casa con mis hijos, como en la oficina con mi equipo y colaboradores profesionales.
Os suenan frases del tipo….
Luego te llamo….
Mañana nos vemos….
Tienes algún negocio bueno por ahí…
Supongo….
A ver si quedamos para tomar un café….
¡¡¡AMBIGÜEDADES!!!
–
Me paso todo el día contestando….
A qué hora, dónde, cuándo, supones o lo sabes…
Y ya cuando entramos en temas de negocios, cuando empiezo a concretar, esto ya es total, porque se empieza a complicar la cosa cuando hago preguntas del tipo: ¿Presupuesto?, ¿Para qué lo quieres?, ¿Qué tipo de negocio?, ¿Zona?»… y puedo seguir… y os puedo asegurar que la cara de la persona que tenéis enfrente empieza a cambiar por segundos! Jajajaja…
Os puedo asegurar que las personas que se mueven en la ambigüedad pierden su tiempo y te hacen perder el tuyo también y para mí el tiempo es el factor más importante y valioso, porque es el único factor que tenemos en la vida que nunca se recupera, por eso hay que saber gestionarlo muy bien así que no me hace ni pizca de gracia que me hagan perder el tiempo!!!
A continuación os voy a dar algunas sugerencias de comunicación oral por si os pueden llegar a servir en algún momento:
- Lo primero de todo es que tenemos que expresarnos con naturalidad y sencillez sin imitar a nadie. Somos como somos y si intentamos camuflar nuestros defectos al final se notará.
- Hacer preguntas concretas del tipo, ¿Qué entiendes por…?, ¿Qué quieres decir con…? Si no preguntamos, no podemos concretar.
- Utilizar las pausas en nuestro lenguaje para captar la atención del que tenemos enfrente y hacer que reflexione.
- Debemos de conocernos a nosotros mismos, saber cómo es nuestro paralenguaje. Si nos damos cuenta de que hablamos deprisa podremos esforzarnos en hacerlo más lento.
- Sonreír con naturalidad. Si sonreímos nuestro receptor nos corresponderá.
- Muy importante, explicar nuestras ideas de forma sencilla y con frases cortas y en voz activa como por ejemplo: «Vamos a terminar el proyecto esta tarde a las 6» ¿Os dais cuenta? ¡De esta forma hemos concretado!
Empatía, también importantísimo. Debemos de ponernos en la piel del otro y comprender sus puntos de vista, eso va a hacer que nos escuchen mejor y acepten nuestro mensaje.
Debemos expresar con claridad las ideas, más que tratar de impresionar. Si nos centramos sólo en impresionar es muy posible que no logremos nada de lo que hemos dicho anteriormente.
Es mucho más importante cómo decimos las cosas, que qué es lo que decimos.
Lo que se dice o se escribe con pasión siempre llega al corazón.
.
Y no nos podemos olvidar de la mirada y de nuestro lenguaje corporal. Una mirada sincera y directa hacia la persona que tenemos enfrente va a reforzar el contenido de nuestro mensaje y comunica mucho más que las palabras.
Solo los mensajes auténticos llegan con fuerza. De nada sirve dominar las técnicas de comunicación para transmitir un mensaje hueco.
Espero que nos hayamos dado cuenta de cómo nos comunicamos y empecemos a hacer los cambios necesarios, porque va a influir muchísimo en los resultados que queramos conseguir.
Os deseo de todo corazón una feliz semana.
–
Atentamente.
Piedad Rodríguez García
«Visionaria de mente inquieta en constante evolución«
–
